1.2. DIAGNÓSTICO DEL PROCESO DE ESTUDIO
Este
Cuestionario ha sido diseñado para identificar tus técnicas de estudio.
No hay
límite de tiempo para contestar. No te ocupará más de 15 minutos.
No hay
respuestas correctas o erróneas. Es necesario que seas sincero en tus contestaciones.
Si estás
bastante de acuerdo con una pregunta selecciona “SI”. Si, por el contrario,
estás bastante en desacuerdo, selecciona “NO”.
Por favor
contesta a todas las preguntas.
1. ¿Tienes un horario
de estudio flexible? SI NO
2. ¿Estudias porque
te lo mandan los padres y los profesores?
SI NO
3.
Antes de empezar a estudiar, ¿procuras reunir todo el material que vas a
utilizar?
SI NO
4. ¿Sueles estudiar
porque te gusta y quieres aprobar el curso? SI
NO
5. ¿Sueles distribuir
el tiempo disponible para las distintas asignaturas?
SI NO
6.
¿Acostumbras a mirar los apartados más importantes antes de empezar el
estudio SI NO
7. ¿Sueles subrayar
los libros? SI NO
8. ¿Acostumbras a
hacer esquemas o cuadros sinópticos de tus lecciones?
SI NO
9. En las
conversaciones con tus compañeros, ¿sueles dejarles hablar? ?
SI NO
10. ¿Tienes facilidad
para captar la estructura del tema? SI NO
11. ¿Sueles estar
atento a las cosas que se dicen en clase?
SI NO
12. ¿Tienes facilidad
para encontrar las ideas principales de lo que estudias?
SI NO
13. ¿Te pones a
estudiar todos los días a la misma hora?
SI NO
14. ¿Estudias poco
porque no tienes ganas y te aburres? SI NO
15. Cuando estudias,
¿te formulas preguntas a las que intentas responder?
SI NO
16. ¿Te resulta fácil
concentrarte en lo que estás estudiando? SI
NO
17. ¿Sueles llevar a
la práctica los planes de estudio que te propusiste?
SI
NO
18. ¿Haces una
lectura rápida del tema antes de profundizar en cada apartado?
SI NO
19. ¿Sueles utilizar
dos colores para subrayar?
SI NO
20. ¿Haces un esquema
después del subrayado? SI NO
21. ¿Sueles hacer el
esquema con pocas palabras? SI NO
22.¿Completas los
apuntes inmediatamente después de tomarlos? SI
NO
23. ¿Sueles leer la
lección entera antes de subrayar? SI
NO
24. ¿Sueles
intercalar breves descansos en el tiempo de estudio? SI NO
25. ¿Estudias porque
te interesa ampliar los conocimientos de lo que estudias?
SI NO
26. ¿Sueles acudir al
diccionario cuando encuentras palabras que no entiendes?
SI NO
27. ¿Tienes ilusión
por ser un buen profesional? SI NO
28. ¿Pones intensidad
en el estudio y aprovechas el tiempo? SI NO
29. ¿Escribes los
datos importantes o difíciles de recordar? SI NO
30 ¿Vuelves atrás y
repites lo que has estudiado si tienes dudas? SI NO
31 Al hacer el
esquema ¿reúnes los datos o ideas del libro y de los apuntes?
SI NO
32. ¿Sueles
contrastar los pensamientos nuevos con los que ya tenías?
SI NO
33. En los esquemas,
¿destacas claramente lo importante? SI NO
34. ¿Sueles tomar
apuntes de distintas materias en distintas hojas? SI NO
35. ¿Estudias con
algún libro subrayado por otro?
SI NO
36. ¿Estudias al
menos cinco días a la semana?
SI NO
37. ¿Empleas algún
sistema eficaz para recordar datos, nombres, etc.?
SI NO
38. ¿Sueles memorizar
las ideas principales de cada apartado? SI NO
39. ¿Estás satisfecho
con tu forma de estudiar? SI NO
40. Ante una lección
difícil, ¿tratas de organizarla con un esquema personal?
SI NO
41 ¿Te resulta más
fácil estudiar una lección después de haber hecho un esquema?
SI NO
42. Al escribir una
idea, ¿utilizas las mismas palabras que el profesor? SI
NO
43. Además de
subrayar, ¿sueles escribir las palabras difíciles? SI NO
44. Sueles permanecer
una hora seguida estudiando sin levantarte de la silla?
SI NO
45. El carácter del
profesor, ¿influye negativamente en tus estudios? SI NO
¿CÓMO PLANIFICAR EL
ESTUDIO?
Está claro, que para aprobar
una asignatura, no solo es necesario atender y comprender al docente cuando la explica en el aula, sino también es
importante el tener un buen comportamiento y hábito de estudio.
“Lo importante no sólo es el tiempo de estudio, sino la calidad de éste”
A la hora de estudiar y
planificar tu tiempo te aconsejamos:
1. Tener un lugar de estudio, en el que te encuentres a gusto y no hayan
elementos que te que la habitación.
2. El orden facilita el que no te distraigas y puedas así, prestar más
atención a lo que has de estudiar.
3. Fijar unos objetivos y el tiempo en el que quieres conseguirlos, con el
fin, de poder así, confeccionar tu propio horario de estudio.
4. El horario que has de establecerte y desarrollar, será diario y semanal,
dependiendo no solo de las asignaturas sino también de las actividades
extraescolares que puedas tener.
5. Repartir el tiempo de estudio para cada asignatura, teniendo en cuenta
su grado de dificultad.
6. Es conveniente e importante que se estudie todos los días a la misma
hora, ya que así, irás creando una conducta y hábito de estudio adecuado.
7. Hay que ser constante y no desmotivarse ni desanimarse, si no se
consigue cumplir el horario en su totalidad a lo largo de la semana.
Tienes que saber, que aunque
al principio te cueste planificar todas tus asignaturas y tu tiempo de estudio, luego te será mucho
más fácil estudiar y tendrás más tiempo para dedicarte a las actividades de
ocio.
“Una buena planificación en
los estudios, aumenta la calidad de éstos”
EL HORARIO
DE CLASE
Desde el primer día que entres a clase e docente te
indicará cuál es tu horario de clase.
Es fundamental que te lo aprendas de memoria para evitar
que un día te olvides de una determinada materia, cuando tengas el horario de
clase definitivo, te servirá para
aprenderlo y para recurrir a él cuando tengas una duda.
HORARIO DE CLASE
COMO DISTRIBUYO MI TIEMPO
ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO
¡El tiempo es oro!
Por lo tanto, deberás aprender a administrarlo para sacarle el máximo provecho.
Planifica con anticipación todas las actividades que realices durante el día,
incluyendo los momentos de recreación y descanso, así como las horas que dedicarás
a estudiar después de clases.
Alcanzar nuestras metas en la universidad probablemente
nos exija un nivel de aprovechamiento del tiempo que no hemos alcanzado, ni
necesitado, antes. La manera en que empleamos nuestro tiempo es una cuestión de
hábitos. Aquí te sugerimos algunas estrategias básicas que, con algo de
esfuerzo, pueden ayudarte a organizar y aprovechar tu tiempo.
ALGUNAS TÉCNICAS
PARA ORGANIZAR EFICAZMENTE EL TIEMPO ·
Crea un espacio para ti, libre de distracciones
(teléfono, compañeros de piso, televisión, etc.) y comprométete a permanecer
allí trabajando por periodos de entre 1 y 2 horas. · Reconoce que tus
obligaciones son tan importantes como las necesidades y requerimientos de los
demás. Establece límites en cuanto a que te interrumpan o alteren tu horario de
trabajo.
DISEÑA UN HORARIO
PERSONAL DE TRABAJO, Y UTILIZA UN CALENDARIO VISIBLE. PUEDES SEGUIR ESTAS
PAUTAS:
1. Haz una lista de todos los trabajos, exámenes y entregas
con sus respectivas fechas.
2. Divide las tareas complejas en fases o sub-tareas, con
objetivos más fáciles de alcanzar, y asigna fechas límite para completarlas.
3. Prioriza tus actividades. Ordena lo que debes hacer según
su importancia.
4. Evalúa tu progreso en esas sub-tareas. Si surge un
problema intenta solucionarlo rápidamente. Si es necesario, reconsidera tus
propias fechas límite.
5. Identifica tus horas de mayor energía. Planifica las
tareas y actividades que exigen mayor esfuerzo durante las horas en las que
tienes más energía, y reserva tus horas de menos energía para el descanso y las
actividades más relajadas, como por ejemplo hacer la colada.
6. Planifica tu tiempo hora por hora. Recuerda incluir
tiempo diario de sueño, comidas, vida social y un poco de ejercicios y/o
relajación. Es importante que elabores un horario realista.
7. Sé razonable en lo que esperas de ti mismo. Expectativas
perfeccionistas o sumamente estrictas pueden hacer que te rebeles o pueden
sabotear tu progreso.
8. Prueba el horario que has diseñado. Como estás intentando
algo nuevo, es lógico y recomendable ajustarlo tras ponerlo a prueba por una
semana.
9. Recompénsate por el trabajo bien hecho y por cumplir el
horario. Te ayudará a no sentir resentimiento hacia la tarea hecha y hacia lo
que aún te queda por hacer.
OBSTÁCULOS PARA ORGANIZAR EL TIEMPO
Mal cálculo del tiempo y la consiguiente sobrecarga de tu agenda
§
Aunque
pueda resultar algo tedioso, intenta observarte y estimar con precisión el
tiempo que te lleva cada una de tus actividades.
§
Examina
tus prioridades. A veces tendemos a hacer las tareas menos prioritarias en vez
de hacer cosas más importantes (ej. limpiar el cuarto vs. estudiar). ·
Pregúntate con frecuencia “¿Cuál el mejor uso que puedo darle a mi tiempo?”
ESTAR DEMASIADO
DISPONIBLE
Intenta controlar el “tráfico”: no respondas el teléfono,
cierra la puerta, usa un cartel de “no molestar”. ·Revisa tus motivaciones:
¿Estás intentando «darle el gusto» a todos para ser aceptado? ¿Temes no
agradarles? Intenta distinguir qué es lo más importante. · Intenta comunicarte
asertivamente: “Realmente me gustaría salir contigo esta noche, pero debo
leerme estos capítulos sin falta».
LA TIRANÍA DE LO URGENTE
Tanto el examen de
mañana como una llamada telefónica requieren nuestra atención. Ambos son
urgentes, pero ¿cuál es más importante? · Si estás siempre corriendo para
completar tareas urgentes, probablemente significa que estás teniendo problemas
para administrar tu tiempo, para identificar tus prioridades o acostumbrándote
a «dejar las cosas para luego». · Aprende a delegar, o ignorar, las tareas que
son urgentes pero no prioritarias. Ej. Si un amigo necesita un libro tuyo
urgentemente, que venga él a buscarlo, o que se espere hasta mañana: tú “ahora”
no puedes dejarlo todo para llevárselo.
DISTRACTIBILIDAD
Mantener altos
niveles de atención y concentración requiere a veces mucho esfuerzo. · Intenta
entrenar tu concentración mediante periodos breves e intensos de atención y
esfuerzo. Diez buenos minutos de esfuerzo, con objetivos a corto plazo, pueden
ser muy productivos. · Observa tu nivel de ansiedad. ¿Sabes por qué estás
ansioso? ¿Puedes controlar la ansiedad? ¿Sabes relajarte? · Vigila tu
tolerancia a la frustración. ¿Te estás enfrentando con una tarea difícil que
requiere más tiempo? Si pretendes hacerlo todo de golpe, es probable que no lo
logres. La consecución de objetivos ha de ser progresiva. Intenta marcarte un
ritmo y si lo necesitas, busca la ayuda de un tutor.
EL HÁBITO DE LA POSTERGACIÓN:
«Dejarlo para después» con demasiada frecuencia»
Todos postergamos
nuestras responsabilidades de vez en cuando. La clave está en saber qué cosas
«dejamos para luego», cómo y por qué. ¿Qué tareas son las que más evitas? ¿Cuál
es tu excusa favorita para postergarlas? ¿La televisión, Internet, las labores
domésticas?
Algunas cosas las posponemos fácilmente porque son
relativamente poco importantes, otras por nuestra inseguridad de cómo
deberíamos hacerlas, otras porque son sumamente importantes o particularmente
difíciles. Revisa tus motivaciones.
·
Algunas
personas temen fracasar debido a la importancia o dificultad de la tarea.
·
Algunas
temen al éxito, porque hacerlo bien implicaría nuevas y mayores exigencias.
·
Otras
resienten la autoridad y se resisten a cumplir sus demandas.
·
Algunas
personas son perfeccionistas y se niegan a intentarlo si no están seguros de un
resultado perfecto.
·
Algunos
tienen muy baja tolerancia a la
frustración y prefieren evitar el mal rato.
·
¿Te
identificas con alguno? · Si el hábito de postergar tus tareas se convierte en
un problema serio, deberías buscar la ayuda de un profesional.
MIEDO AL FRACASO
« ¡Si fallo en este examen, mis padres me matarán! ¡No
soy un buen estudiante! ¡No doy la talla! ¡Nunca acabaré la carrera! ¡Nunca
conseguiré un empleo!» ¿Te suena familiar este discurso? · Nuestras
autocríticas o descalificaciones “automáticas”, esa voz crítica en tu cabeza,
aumenta el estrés, puede disminuir la motivación y la acción, distraer tu
atención y concentración, reducir tu eficacia y, finalmente, brindarte una
excusa para un mal resultado. · Analiza lo que te dices a ti mismo... ¿Te
motiva o te pone más ansioso? ¿Te aleja o te acerca de tu objetivo? · Reemplaza
esas críticas automáticas, esas luchas internas de pensamientos por acciones
(¡siéntate y hazlo!). Es la única manera de avanzar y sentirte bien.
PERFECCIONISMO
§
El
perfeccionismo sirve para inhibir la acción, evitar complicaciones, liberar
ansiedad, y finalmente, te brinda una excusa para un mal rendimiento...
(“Realmente no lo he intentado, así que no es un indicador fiable de mi
capacidad.”) Refleja un pensamiento tipo todo-o-nada: “Cualquier nota por
debajo de la Matrícula, sabe a Suspenso, así que ¿por qué esforzarme?”
§
Examina
la motivación que subyace a tu perfeccionismo: ¿estás intentando evitar la
acción por inseguridad o miedo? · Examina el valor relativo de lo que estás
intentando hacer. Algunas cosas son suficientemente importantes como para que
las hagamos a la perfección, pero la mayoría se satisfacen con un esfuerzo
«bastante bueno».
ALGUNOS TRUCOS PARA AHORRAR TIEMPO
· Lleva siempre algo que leer en la mochila («trabajo de
bolsillo»). · Protégete de la «Ley de Parkinson»: el trabajo se alarga hasta
ocupar todo el plazo de tiempo disponible. · Combate la somnolencia. No te
eches siestas, sal a caminar. · Tómate descansos durante el estudio (y no al
revés); un receso de 5 minutos es motivador y el material estudiado tiene
tiempo de asentarse. Haz un repaso antes de cada receso. · Utiliza
recordatorios para saber dónde retomar el trabajo la próxima vez, y para no
olvidar las cosas que debes hacer.
ACTITUD POSITIVA ¡SIEMPRE!
Miedo, desaliento y derrota son malos hábitos que deberás eliminar de tu
vida. Uno de los mayores miedos que domina
al ser humano es el miedo a cambiar, sobre todo aquellas cosas a las que hemos
estar acostumbrado durante mucho tiempo. ¡Atrévete a cambiarlas si eso
significa ser mejor! Llena tu vida de
hábitos buenos y serás una persona exitosa.
El proceso no será
fácil y es probable que las cosas no resulten tan sencillas como pensabas, los
fracasos son parte de nuestra vida y no deben ser razón suficiente para
desalentarte o sentirte derrotado. Un triunfador no es aquél que nunca cae,
sino el que se levanta ante cada caída.
Recuerda esto, si crees que puedes ser un excelente
estudiante y sacar las mejores calificaciones, estás en lo cierto. Pero si
crees que eres un incompetente y nunca podrás sacar más de ocho, también estás
en lo cierto. No lo olvides entonces, actitud positiva ¡siempre!
Saca varias copias de tu plan de actividades y tenlo
siempre a la vista para recordarlo.
Al principio no será fácil, pero no te desanimes. Si fallas un día,
regresa inmediatamente a tu programa el día siguiente, así hasta que te formes
el hábito de cumplirlo.
Toma en consideración los siguientes consejos a la hora
de elaborar tu plan de actividades semanales:
·
Estudia las materias más difíciles cuando estés más
descansado.
·
Incluye un breve tiempo de reposo entre cada asignatura de estudio (10 minutos).
·
Programa
como mínimo 2 horas diarias para
estudiar en casa. Sé realista y no te pongas metas inalcanzables como
intentar estudiar 8 horas diarias.
·
Deja las actividades recreativas (jugar, ver
televisión, ir al cine, etc.) para después
del estudio. Serán como un premio al esfuerzo realizado.
1. Elabora tu horario de actividades realizadas durante las 24 horas del día,
teniendo encuentra algunas consideraciones.
CONDICIONES PARA UN ESTUDIO EFICAZ
·
Lugar Adecuado
·
Estar En Forma Física Y Mentalmente
·
Motivación
·
Ambiente Socio-Cultural
·
Técnicas Adecuadas
·
Capacidades Personales
·
Organización Y Planificación
El lugar adecuado para el estudio
·
Es importante estudiar en una habitación o lugar definido, siempre el
mismo. Construir en casa lo que podríamos llamar “nuestro rincón de trabajo”
evitará las dificultades de acomodación previas al estudio ya que tendremos a
mano todo lo necesario y el ambiente creado nos invitará al trabajo.
·
El sitio debe favorecer la concentración y evitar las distracciones. Es
importante que sea un lugar silencioso, alejado de ruidos, del paso de gente o
de la televisión.
·
Debe tener una buena iluminación.
·
Debe contar con una mesa amplia y ordenada en la que haya sólo lo necesario
para estudiar. Hay que evitar sobre la mesa objetos que puedan distraernos o
molestarnos por ocupar un sitio que necesitamos para desplegar libros,
cuadernos, diccionario, etc. También es importante que antes de sentarnos
comprobemos que todo lo necesario para estudiar está sobre la mesa y ordenado,
así evitaremos interrumpir el estudio levantándonos cada vez que necesitemos
algo.
·
El asiento debe ser cómodo, pero no en exceso. Hay que evitar estudiar en
la cama o en el sofá. Lo indicado es una silla de respaldo recto, no demasiado
mullida, su altura debe permitir descansar los pies en el suelo con comodidad,
formando un ángulo recto entre la pierna y el muslo.
·
La temperatura debe ser agradable, que no haga ni frío ni calor. Lo
recomendable es que oscile en torno a los 20 ºC.
·
El lugar de estudio conviene que sea un lugar ventilado, para ello debemos
airear periódicamente la habitación abriendo las ventanas. Hay que evitar
ambientes cargados, pobres en oxígeno.
¿Cómo
es el lugar donde estudio?
Es mi
comedor porque la casa donde alquilo con mi familia no es grande que digamos,
solo debo adecuarme, recién me mude a esta casa donde vivo actualmente.
Lugar:
es luminoso, poseo una mesa grande que es del comedor, a lado de mi comedor
está la sala en donde miran tele. Por lo tanto hay ruido de la tele; hay una
buena ventilación, ya que esta cerca a la ventana de la calle.
¿Qué
tengo que cambiar?
Debo adecuar
o buscar un ambiente más propicio para estudiar y pueda concentrarme; cambiar
mi técnica de estudiar y seguir el método de aprendizaje que se dictará en este
curso y sé que me servirá de mucho en mis cursos que llevare en transcurso de
mi carrera de contabilidad.
Estar en forma física
·
Igual que un atleta, el/la estudiante debe mantenerse en buena forma, tanto
física como mentalmente, y por ello debe controlar los elementos que inciden en
su rendimiento.
·
Una alimentación sana es imprescindible para una buena forma física. No se
debe abusar del alcohol ni de otros excitantes. No se puede estudiar con hambre
ni tampoco durante una digestión pesada.
·
Hay que dormir lo suficiente para estar descansados y despejados. Es bueno
acostumbrarse a dormir 8 ó 10 horas diarias, acostarse siempre a la misma hora,
a ser posible temprano. La televisión, muchas veces, es un enemigo peligroso de
nuestro descanso, por lo que habrá que ser muy estrictos con ella dosificándola
racional y prudentemente.
·
La postura del cuerpo al estudiar ha de ser correcta. El cuerpo debe
permanecer recto, pero sin rigidez, con una buena inclinación hacia adelante y
manteniendo la cabeza en la misma dirección. El tórax debe quedar libre de
presión para facilitar la respiración. Una mala postura puede dificultar el
rendimiento al producir fatiga o molestias en el cuello o en la espalda. Aunque
debe volverse lo antes posible a la postura correcta, es bueno cambiar de
postura de vez en cuando.
·
Un elemento esencial para el estudio es el buen estado físico de la vista.
Ante un esfuerzo continuado y una fijación del ojo durante mucho rato a una
distancia uniforme (caso de la lectura), la vista se fatiga, y aparte de los
efectos secundarios, disminuye la eficacia lectora. Para prevenir la fatiga
ocular puede recurrirse a:
-
Dejar la lectura unos minutos para conseguir una distensión del ojo por
medio de las variaciones de las distancias del ojo a distintos objetos (mirar
el techo, al cielo o al horizonte por la ventana,...). - Variar los ritmos y
velocidad de pestañeo de los párpados. - Cerrar los ojos y colocar las manos
huecas sobre ellos, sin presiones, al tiempo que se evocan situaciones o
escenas de movimientos agradables. Así el globo ocular se mueve y se lubrica. -
Colocando las palmas de las manos sobre los ojos cerrados, sin presionar, en un
par de minutos, el calor de las manos transmite una sensación agradable y vitalizadora
para el ojo. - En ocasiones se sienten más descansados los ojos después de
haber echado agua fresca sobre ellos.
¿Qué
opinión te merecen los anteriores consejos para mantenerse en forma de cara el
estudio eficaz?
Es estupendo
porque nos orienta a cómo manejar nuestra viva de estudiantes, en cuanto a la
alimentación, postura, y a sobre llevar el cansancio de los ojos, siendo la
parte más fundamental para la lectura del día a día y de nuestra vida.
Estar en forma mentalmente
Al estudio
hay que llegar mentalmente despejado/a, en las condiciones psíquicas óptimas
para que podamos concentrarnos en el tema sin interferencias que nos
distraigan.
Los
problemas personales son un freno para el rendimiento. A la hora de estudiar
hay que olvidarse de las preocupaciones que, a veces, asaltan nuestro
pensamiento y nos distraen. Para vencer las preocupaciones que nos producen los
problemas podemos recurrir a relativizarlos:
- Razonarlos
y compararlos con otros más grandes que conozcamos. - Intentar varias
interpretaciones, ver cómo su gravedad depende del estado de ánimo con que se
afrontan. - Pensar que tienen solución y que, más pronto o más tarde, la
encontraremos. (Si no tuvieran solución, tampoco merece la pena obsesionarse
con ellos). - Escribirlos en un papel para descargar la tensión y de alguna
manera dejarlos “aparcados” fuera de la cabeza durante el tiempo de estudio.
Para
algunos/as estudiantes se hace necesario, antes de acometer el estudio,
realizar algunos ejercicios de relajación para dejar atrás las tensiones o
inquietudes que puedan interferir en su tarea.
Sobre la
misma silla podemos estirar las piernas, inclinar el tronco hacia atrás,
reposar los brazos sobre el vientre o dejarlos caídos y cerrar los ojos. Luego,
durante un par de minutos, pasaremos a revisar mentalmente cada uno de nuestros
músculos, desde la cabeza a los pies, alejando la tensión que pueda haber
acumulada en cada uno de ellos.
También
podemos realizar una serie de inspiraciones y espiraciones profundas por la
nariz, dejando pasar aire lentamente. Al mismo tiempo, con los ojos cerrados,
se centra la atención en seguir con la mente el recorrido del aire.
Después de
relajarnos, hemos de concentrarnos. Hay que pensar en los contenidos del
estudio que vamos a abordar de forma que la mente quede ocupada exclusivamente
y vivamente por ellos sin posibilidad de que otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario